¿Se siente pasado de peso y falto de condición ? caminar puede ser la solución
Caminar puede ser tan eficiente como otros tipos de actividad física para mantener la salud
Diana Nyad, la atleta de resistencia que a la edad de 64 años nadó de Cuba a Florida, tiene otro gran sueño.
No tiene nada que ver con el agua ni el extenuante trayecto de 111 millas que le llevó 53 horas.
Ahora se trata de millones de pies de distancia, que Nyad pretende recorrer por cada estado de Estados Unidos.
“Ahora estar sentado es lo que antes era fumar”, suele decir, citando a James A. Levine, médico de Mayo Clinic, aludiendo a cómo nuestro estilo de vida sedentario está arruinando nuestra salud.
En Estados Unios más del 70% de los adultos están pasados de peso u obesos, de acuerdo con los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), y las cardiopatías se han convertido en la primera causa de muerte tanto en hombres como en mujeres.
La mitad de los adultos estadounidenses tienen diabetes o prediabetes, según el estudio.
“Estamos hartos de estar gordos”, dijo declaró Nyad a TMZ Sports en 2014, un año después de su hazaña de natación, cuando le preguntaron cual sería su siguiente cometido.
“Estamos hartos de que nuestros niños tengan diabetes. Ahora vamos a ser caminantes. Así como los chinos hacen tai chi todas las mañanas, nosotros vamos a caminar”.
En 2016, Nyad y su mejor amiga, Bonnie Stoll, ex jugadora de racquetball profesional y líder de la expedición de Nyad a Cuba, lanzaron EverWalk, una iniciativa que tiene por objetivo poner a los estadounidenses de pie.
Cualquiera puede proponerse caminar al menos tres veces por semana. Es gratis.
A diferencia de la natación, el ciclismo o correr, que requieren de equipo especial y pueden ser duros para el cuerpo, caminar es la forma perfecta de adquirir condición y mejorar su bienestar general, dijo Nyad, de 67 años.
Es una actividad de bajo impacto que casi cualquiera puede hacer: jóvenes, viejos, gordos, flacos, ricos o pobres.
Más de 3,000 personas han firmado el compromiso con EverWalk.
Nyad y Stoll esperan que eventualmente decenas de miles, cientos de miles y hasta un millón de personas se les unan virtualmente en caminatas regulares, sin importar dónde vivan.
Actualmente trabajan en un sitio web que esperan que se convierta en “la autoridad en todo lo que concierne a caminar”, donde la gente pueda buscar acompañantes para caminar, rutas para recorrer en vacaciones, consejos de adiestramiento e incentivos.
El evento inaugural de EverWalk en octubre fue una travesía de 133 millas durante siete días desde Los Angeles hasta San Diego.
Unas 300 personas participaron por un día, como caminantes virtuales (en su propia ciudad de residencia) o caminantes épicos (los que cubrieron todo el trayecto).
El hábito de caminar luego de comer
Una de los caminantes épicos fue Laura Petersen, de 49 años, estadística de UCLA.
Petersen nunca ha sido una persona atlética, ni siquiera de chica.
“Yo no era de los que escogen al último para formar un equipo, pero era la penúltima”, recuerda.
Ya de adulta, tampoco era particularmente activa.
Fue así hasta hace unos ocho años, cuando su familia empezó a salir a caminar después de la cena.
Petersen y su hijo caminaban 30 minutos, pero su esposo y su hija iban más lejos y más rápido. Su caminata de 30 minutos después se alargó a 45.
Entonces Petersen empezó a caminar también a la hora de la comida,
Cuando se enteró del primer evento de EverWalk, se sintió preparada para intentar recorrer 20 millas diarias una semana seguida.
EverWalk le dio un calendario de entrenamiento, y Petersen recuerda su primera caminata de preparación de 18 millas.
“En la milla 16 me empezaron a salir ampollas”, dice.
Para el mero día del evento, había aprendido a cuidar sus pies.
“Aprendí que no por que una se considere tal o cual tipo de persona, por ejemplo no atlética, significa que tiene que vivir toda su vida de esa manera”, dijo.
Eso es exactamente lo que quieren Nyad y Stoll, una nación dispuesta a levantarse de sus sillones y a salir a caminar a las aceras y senderos.
Puede parecer extraño que una actividad tan elemental como caminar pueda despertar un gran sentimiento de consecución.
Después de todo, los seres humanos están hechos para caminar grandes distancias; solo que ya no lo hacemos.
Según el documental The Walking Revolution, los estadounidenses dejaron de caminar en los 1950s y 1960s, cuando las familias empezaron a instalarse en los suburbios y el automóvil se convirtió en el medio de transporte preferido.
Si a eso le agregamos el televisor, las computadoras, las redes sociales, Alexa.
Ahora tenemos una nación se gente sentada; lo que antes era parte normal de la vida diaria se ha convertido en un esfuerzo que los estadounidenses necesitan agendar.
Para 2020, Nyad y Stoll quieren recorrer el país a pie.
Inicialmente su plan era caminar de costa a costa con un millón de personas, una especie de Forrest Gump; pero después de atravesar el país en un RV, se percataron de que el trayecto lo pueden hacer una o dos personas, pero no es apto para grandes multitudes.
Los grandes tramos por parajes remotos no son “propicios para que mucha gente salga a encontrarse con nosotros”, dice Nyad.
Por eso, en los últimos meses, la visión de Nyad y Stoll ha cambiado. Siguen teniendo el sueño de recorrer el país a pie de alguna manera algún día, y tal vez pasar por los 50 estados.
Pero por ahora, EverWalk se ha dedicado a apoyar a todo aquel que quiera caminar, ya sea darle la vuelta al vecindario después de cenar, hacer mandados a pie o sacar a pasear al perro.
Caminar y meditación
Para otros, caminar no es tanto una cuestión física ni de retos mentales, sino más bien un ejercicio espiritual.
Linda Fitts, de 66 años, ha recorrido tres veces el Camino de Santiago, una ruta de peregrinaje en España.
Siendo médica y habiendo trabajado en medicina interna y cuidados a pacientes terminales, Fitts se sintió impulsada a caminar en parte debido al hastío profesional.
“Llegué al punto en que necesité descansar y reflexionar”, dice.
Residentes del Sur de California, Fitts también participó como caminante épica en el tramo de Los Angeles a San Diego.
Para ella, recorrer un camino tiene un efecto tranquilizante.
“Me gusta pensar que no solamente yo estoy avanzando por el camino que se extiende adelante de mí, sino que el camino pasa a través de mí. Cuando empiezo a sentir eso, es una sensación purificadora que me conmueve”, dice Fitts.
La palabra “caminar” significa “forma de vida”, y para muchos es realmente eso.
“Yo nunca lamento haber salido a caminar”, dice Petersen.
“Puedo decir: ‘No tengo ganas’, y salir a fuerzas; y nunca me pasa que no me sienta un poco mejor cuando salgo de casa”.
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